martes, 6 de octubre de 2015

CONRAD MIAMI, un hotel de lujo en Brickell...


Miami es uno de los lugares de la tierra donde más me gusta parar un par de días, y desde que viví allá a finales de los 90, he tenido la suerte de poder visitarla no menos de 15/20 veces

Si alguien me pregunta qué es lo que más me gusta de Miami, la respuesta es sencilla; el buen tiempo, pero sería injusto dejar el comentario aquí, ya que no solo es el sol, sino la buena temperatura y sobremanera la LUMINOSIDAD.

En MAYAMI (cómo se pronuncia en los EE.UU), apenas necesito dormir, puedo acostarme a las 4am como me pasó la semana pasada (no porque estuviera de fiesta sino por un vuelo complicado y con retraso), y a las 8 ya estoy corriendo por South Beach, o por Brickell como es el caso de estos días.

He estado en muy buenos hoteles muchas veces, y una gran mayoría de ellas por unos precios difíciles de igualar, y tiene su truco y forma de proceder, pero no lo voy a descubrir ahora, tampoco hay que ser un genio, solo un poco flexible y utilizar bien las redes sociales e internet.

En Miami suelo quedarme siempre en South Beach, aunque encuentro que muchos de los hoteles son demasiado caros para lo que ofrecen, muchos de ellos están ya viejos y necesitan ser renovados, aunque también es cierto que en los últimos años la calidad hotelera de South Beach (Miami Beach) ha mejorado.


No mucha gente sabe que hay dos Miamis, Miami Beach, y Miami ciudad, la misma ciudad pero distintas.

Miami Beach es obviamente la zona de playa, se trata de una especie de isla unida a la costa por puentes e islotes a lo largo de la costa. En Miami Beach estaban los mejores hoteles, la marcha, la fiesta, los bares de playa y los buenos restaurantes. Eso sigue ahí, Miami Beach sigue siendo eso, fiesta, pero es tan cachonda como falsa y donde el plástico reina, reina en forma de silicona y en forma de tarjetas de crédito. En general a Miami Beach se va a pasarlo bien, a buscar cacho y las más guapas a la caza del ricachón de turno.

Pero hay otra Miami, la Miami de los Mayameños, los que no bajan a South Beach ni por casualidad. La nueva zona de Brickell, digo nueva no porque sea de reciente creación sino porque ha sido en los últimos 10/15 años que ha habido un boom inmobiliario.

En Brickell, ya no solo están las grandes corporaciones sino también grandes hoteles, muy buenos restaurantes así como discotecas y bares de moda.


Cansado ya de South Beach y del “plastiqueo”, esta vez opté por quedarme en Brickell, más cercano al aeropuerto, más tranquilo y con MUY buenos hoteles….

Llevaba meses o quizás años queriendo probar el CONRAD HOTEL. Puede parecer una estupidez pero el edificio, en el que está la sede del Banco Spirito Santo, es un precioso rascacielos en medio de Brickell, y Conrad siempre tiene muy buenos hoteles por lo que la posibilidad de fallar es muy baja.


Después de usar internet para ver el hotel, piscina e instalaciones conseguí una muy buena tarifa por 112€, un chollo si lo comparamos con los 150/200€ que cuesta un hotel de los corrientes en South Beach.

Nada más entrar en el lobby a las 3am, mi corazonada se había vuelto una vez más en realidad, se trata de un SUPER HOTEL, moderno, precioso, cómodo y un largo etc.


Soy de la opinión que los grandes hoteles se quedan muchas veces pequeños cuando fallan ciertas cosas, sobremanera el servicio, en este caso no solo no fue así, sino al contrario.

Como os comentaba, el hotel se encuentra en el centro de la calle Brickell, una zona de movimiento durante el día y tranquila por la noche. El hotel tiene habitaciones entre las plantas 16 y 25, y de la 25 hasta la treinta y tantos tiene una especie de apartamentos, algunos de ellos pertenecientes al hotel y otros ocupados por lo que ellos llaman residentes.


Con el valet parking a sus piés (38 USD noche), entras en el hotel por un bonito lobby e inmediatamente subes a la planta 25 donde está la recepción del hotel.

A las 3am y con la pestaña pegada de tanto vuelo, realicé el check inn con la mala noticia de que solo podían darme una habitación para fumadores. A esas horas de la noche no tenía ganas de discutir, y aunque no puse buena cara dije… “Que remedio”. Si hay algo con lo que no puedo, es con el olor a tabaco, me mata. Y como la persona de recepción lo debió de notar me dio el acceso a internet gratuito como una forma de compensarme; primer detalle.


Al llegar a la habitación percibí que no solo era una habitación de fumadores, sino que las ventanas no abrían (típico de rascacielos) y el olor a tabaco era importante. Con el cansancio que llevaba no tenía ganas de protestar, pero como aun no había cenado me bajé al supermercado 24h que había al lado del hotel, a comprarme un sándwich y una coca cola. Y esa es otra cosa que me encanta de America, da igual la hora que sea que siempre hay un super, una tienda, una lavandería o un restaurante al que acudir.

Al pasar por la recepción le pregunté al recepcionista (disculpad que no diga su nombre pero creo que no llevaba el distintivo), si no habría una habitación libre aunque fuera de inferior categoría. Prefiero dormir en una caja de cartón limpia que en una suite con olor a tabaco. Después de comentarlo con su superior me hicieron el upgrade a un apartamento superior.


La habitación que me habían dado era amplia, limpia (con olor a tabaco, sí, pero limpia), con un buen plasma, un baño enorme y muy bien decorada. Tenía una enorme mesa en la que desplegar los papeles de trabajo y el ordenador personal; PERFECTO.


Lo del cambio al apartamento ya no tiene nombre. Se trata de un apartamento de unos 60/70 m2 aproximadamente con una preciosa habitación, cama King Size con vistas a la bahía, un gran baño con bañera y ducha separada, una cocina Americana con todos los utensilios, enorme nevera americana, cocina, microondas y un largo etc. A esto hay que sumarle un enorme salón unido y una pequeña terraza con una mesas y sillas. Todo al exterior, a la bahía, muy bien iluminado y muy bien cuidado. Varios armarios, plancha y un largo etc. En resumen, una MARAVILLA.

Los amenities eran de AROMATHERAPY, es decir de muy buena calidad y de un olor de los que gusta.

No se lo que tienen algunos hoteles de Miami pero la recepción y las zonas comunes me olían a verano, a palmera, no exactamente a coco pero sí a un olor muy particular, aflorado, afrutado, no se exactamente a qué pero una auténtica delicia.

Y seguimos con los pequeños detalles, y van….

Cuando despierto a las 8am por la claridad y la luminosidad que antes comentaba (por estas latitudes me encanta dormir con todo abierto para que el amanecer me despierte de forma natural) no tenía muy claro por donde podría correr (incluso barajaba la posibilidad de ir a South Beach a correr por el paseo que también suelo utilizar). Cuando empezaba a darle vueltas al tema me encuentro en uno de los armarios una tarjeta en la que venían 3 rutas alternativas para correr desde el hotel (3, 4 y 6 millas).


Así que cogí los playeros y me fui a la de 4 millas (a esas horas y con 4h de cama no necesitaba mucho más). Se trató de una bonita ruta, primero por el mismo Brickell donde disfrutaba de las vistas de los preciosos condominios que por allá hay, y después crucé el puente que une Miami con Cayo Vizcaino (Key Biscayne). Una preciosa ruta en un no menos bonito día de sol, de cielo azul y de ligera brisa al borde de la bahía.

A mi vuelta al hotel me pasé por el RoofTop Pool, una estupenda piscina en el techo de un edificio adyacente al hotel, con su piscina de unos 18m de largo, es decir, grande, su jacuzzi, terraza, bar, mesa de ping pong y dos buenas pistas de tenis de moqueta, en resumen; UNA MARAVILLA.


Como tenía que hacer un montón de llamadas, me metí en la piscina con el teléfono en la mano y allá pasé casi una hora solucionando la vida a alguno ;) Bendita forma de trabajar pensarán algunos, y en este caso, estoy de acuerdo.


Lo bueno de mi trabajo es entre otras cosas, momentos como este, oportunidades como esta, pero mi trabajo es igual que un iceberg, del que todo el mundo solo ve la punta (lo bueno), pero que casi nadie ve que debajo de esa punta del iceberg, hay un ENORME BLOQUE de trabajo, de horas de viaje y de grandes sacrificios personales, la zona oscura que nadie ve, ni valora.

Debido a todo esto que os cuento, decidí twitear unas fotos y comentarios sobre el hotel, al que el equipo de “Social Media” del #ConradMiami contestaron y retwitearon amablemente.Minutos después recibo un mensaje en el que me piden que al hacer el check out, pregunte por ellos que me quieren dar las gracias en persona por hablar positivamente sobre el hotel.


Y llegó la hora de marchar, aunque da la impresión de que he pasado una vida en el hotel (llegada, habitación, supermercado, cena, cambio de habitación, fotos, dormir, correr, twitear, piscina, teléfono, check out) resulta que sólo han pasado 8h desde que hice el check inn (veis? Esa es la zona sumergida del iceberg).

En recepción me atiende Denise, muy agradable y de sonrisa permanente, que me agradece haber escogido CONRAD para mi “parada técnica” en Miami. Y como aunque no lo creais soy un poco vergonzoso, no quise decir nada ni preguntar por nadie a la hora del check out, aunque tampoco hizo falta porque tenían bien apuntado quien era el @viajerosecreto o el chico de “Secretos del Viajar”.


A modo de agradecimiento, Denise me entregó un bonito detalle, unas riquísimas pastas/galletas acompañadas de una nota de agradecimiento personalizada y firmada por todo el equipo de Social Media del hotel.

Muchas gracias chicas/chicos. Gracias a Laura, Thomas, Daria, Maria, Thania y por supuesto a Denise por hacerme sentir como en casa.

No siempre podré quedarme en tan impresionante hotel porque siempre dependo de un budget, pero os garantizo que no solo iré siempre que pueda sino que recomendaré este hotel a todas las personas, que no son pocas, que me piden tips para sus visitas a Miami.

Y como decimos por España, para muestra, un botón. Aquí está este post sobre este MAGNIFICO hotel como forma de agradecimiento por todas las atenciones y la amabilidad mostrada.

Espero volver pronto otra vez, pero esta vez prometo quedarme más… mucho más….

Feliz semana viajeros….

Abrazo

@viajerosecreto






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