LIMA, qué atrevida es la ignorancia...

En estos momentos me encuentro sentado en la habitación de un hotel de Lima contemplando y disfrutando del verde del Lima Golf Club, a la vez que pienso, en la increíble sorpresa que me he llevado con este país, con sus gentes, con su gastronomía, con su capital, en resumen, contento y a la vez sorprendido de que una vez más, la imagen que yo tenía de una ciudad y de un país no estaba para nada acorde con la realidad.

No se si por el hecho de ser Españoles, por haber colonizado gran parte del mundo, por el gran número de Sudamericanos que tenemos en España o por mil y una razones uno se convierte sin quererlo en un poco racista por pensar, que si uno se va a Sudamérica se va a encontrar poco menos que llamas corriendo por las calles. Exactamente así me lo definía mi buen amigo y chofer de estos días Manolo, con quien he labrado cierta amistad después de numerosas horas juntos en el taxi de reunión en reunión y después de varios cebiches y cervezas en el camino....

Es escribir la palabra ceviche y no puedo evitar el comentar la GRAN experiencia gastronómica que estamos teniendo durante esta, por otro lado corta estancia en la Capital Peruana.

Han sido exactamente 48 horas en Lima donde he tenido media docena de reuniones, donde he pasado horas metido en taxis de reunión en reunión y donde he tenido que hacer maravillas para poder escaparme, siempre durante segundos o minutos, a ciertos rincones de la ciudad para poder disfrutar un poco de lo que Lima y los Limeños nos podían ofrecer.

Nada más aterrizar de España después de un vuelo nocturno de 12 horas me dirigí al hotel a hacer el check in, me enfundé en mi ropa de deporte y rápidamente salté en un taxi y me dirigí a la costa a correr. No hay mejor forma de conocer una ciudad que corriendo, y no hay mejor forma de correr que conociendo una ciudad, ya que como todo es nuevo y todo se ve por primera vez, uno puede correr una hora u hora y media sin darse cuenta ante el gran despliegue de novedades que uno tiene enfrente suyo….

La costa limeña es curiosa, aun no está explotada ni aún apenas urbanizada, pero me recuerda bastante a las colinas de Santa Mónica y de Malibú, obviamente sin ese poderío económico ni ese glamour sofisticado, pero con un enorme potencial y grandes condominios de lujo (y de menos lujo) a través de la costa en lo que se denomina la Costanera, una carretera que transcurre kilómetros y kilómetros junto al mar....

Empezé a correr en lo que denomina La Rosa Naútica, un restaurante de lujo y bien recomendado que aunque me decepcionó un poco en cuanto a la calidad de la comida, si que me gustó en cuanto a atención, ubicación y decoración, en un malecón que entra en el mar en el mismo lugar que decenas de surfers cabalgan sobre sus olas en un mar menos frío de lo esperado (mínimas de 16ºC) y en un ambiente muy húmedo (100%) pero no excesivamente frío (16ºC), que es la temperatura mínima que se suele tener en invierno.

Así durante 7 km me recorrí la costa pasando por los distintos barrios que van a dar al mar finalizando mi recorrido en el mercado de pescados y artesanal de Chorrillos para saltar en el taxi de Manolito de vuelta al hotel y al trabajo.

Durante un rápido paseo por el centro de la ciudad en busca de una cevichería, me encontré con la Plaza Mayor. Repasemos un poco de historia.....

El 18 de Enero de 1535, el conquistador Francisco Pizarro funda la ciudad de Lima y estableció como su centro neurálgico la que hoy es la Plaza Mayor de la ciudad. En esta plaza se han desarrollado algunos de los más relevantes hechos de la historia de este país. Inicialmente, había pequeñas tiendas y comercios. Igualmente, fue el escenario de corridas de toros y empleada como sitio de ejecución de los condenados a muerte por el Tribunal de la Santa Inquisición.

 

Fué en la Plaza Mayor donde se proclamó en 1821, el Acta de Independencia del Perú. La rodean El Palacio de Gobierno, La Municipalidad de Lima, la Catedral, el Palacio Arzobispal y el Club de la Unión.

En las edificaciones del centro histórico de Lima hay muchísimos balcones de la época republicana que otorgan una característica muy singular a Lima. Para lograr su conservación se invitó a particulares y a empresas a adoptar un balcón a fin de conservarlos tal como fueron en su origen. La profusión de estos balcones le dan una particular armonía y originalidad a este patrimonio de la humanidad de Lima.

Durante mi corta pero intensa estancia en Lima pude disfrutar, y mucho (en cantidad de disfrute que no de tiempo) del barrio de Barranco, nombre que nace de un barranco alrededor del cual se han asentado varios restaurantes, bares y hostales ganando terreno al barranco y todo ello con unas vistas inigualables del Oceáno Pacífico y del Cristo Redentor, una "copia" polémica del Cristo de Corcovado de Río de Janeiro. 

En esta zona probamos, antes de ir a cenar y para que no nos sentase mal la cerveza en el estomago vacío, el anticucho, una brocheta de corazón de res marinada y con salsa ají, una delicia…. Una verdadera delicia….

Otro de los inventos Peruanos, otra de las maravillas del Perú tiene nombre y apellidos. PISCO SOUR.

El Pisco Sour es una deliciosa bebida alcohólica elaborada con pisco, un licor local de alta graduación, zumo de limón verde, jarabe de goma todo esto mezclado y rematado por encima con clara de huevo batida y una o dos gotas de angostura.  Es una bebida perfecta, fresca, fuerte, deliciosa y con la que hay que tener cuidado por lo rápido que puede subir a la cabeza, sobre todo por la falta de costumbre.

Llevaba años queriendo visitar un lugar de Lima, un lugar el cual conocía de oídas, un referente mundial de la gastronomía Peruana, el Astrid & Gastón, un restaurante típico Peruano, el mejor embajador mundial de la cocina Peruana….

Este restaurante se merece un post entero para él, por lo que no os daré muchas más información, sólo os diré que fue un enoooorme placer gastronómico y un sueño cumplido con una calificación de MATRICULA DE HONOR, eso si, os dejo con la foto de un plato que cenamos....

Si hablamos de compras tengo que reconocer, que cuando veo un mercadillo pierdo totalmente la cabeza, sólo así se explica que me vuelva a España con 12 polos distintos. Para ello nos acercamos bien entrada la noche (21:00) a POLVOS AZULES; si, tal y como suena, una especie de mercadillo de ropa y de productos de telefonía, ordenadores, consolas, dvds y un largo etc.

Finalmente y una última recomendación, no dejeis de visitar la zona de Miraflores sobre todo en fin de semana, un lugar lleno de tiendas, restaurantes, bares, discotecas donde hay un ambiente buenísimo y donde las vistas sólo son mejorables de una manera... con un Pisco Sour en la mano....

Increible pero cierto, quién me iba a decir a mi antes de venir aquí de viaje, que me iba a sorprender tanto esta ciudad.

Lo más curioso de todo es que después de leer el post, da la impresión de que pasé una semana de vacaciones en Lima, cuando realmente fueron 48h exactas con 6 reuniones de trabajo y no menos de 12 horas metido en un taxi....

Ya lo dijo Danthe, "A quien más sabe es a quien más le duele perder el tiempo"

Un fuerte abrazo viajeros......

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