sábado, 1 de noviembre de 2014

Restaurante LA KASBAH DE SABLES, Ouarzazate

 
 
Una de las cosas más bonitas de viajar, es que uno encuentra sorpresas donde menos se lo espera.
Todos los viajes tienen su parte de misterio, sobre todo cuando son a zonas o países que no están demasiado controlados. Es lo que me ha pasado hace solo unas semanas en un viaje relámpago a Marruecos.
Después de un día en la “loca” Casablanca, nos dirigimos en coche a Marrakech, que será nuestra base durante las dos próximas noches. En Marrakech y tal y como ya he comentado en este blog, en vez de escoger una de las grandes cadenas hoteleras que tienen hotel en esta bella ciudad Marroquí, nos decidimos por un Riad, mucho más pequeño, personalizado y diferente.
 
 
En esta ocasión fue Villa Makasaar quien nos recibió con los brazos abiertos
El jueves se presentaba interesante ya que ese día, teníamos que cruzar los “Pirineos Marroquies” conocidos como EL ATLAS, una cadena montañosa espectacular cuya cima es el Col du Tichka de 2260 m de altura; nuestro destino? Ouarzazate, una famosa ciudad Marroquí considerada como la entrada del desierto y centro neurálgico en los años 70, 80 y 90 de grandes producciones cinematográficas.

 
Generalmente recomiendan al menos pasar una noche en Ouarzazate, ya que la paliza es importante. Se trata de algo más de 200 Km de viaje de los cuales unos 120 son pura carretera de montaña, curva, contracurva y subida constante.
 
 
 
La idea era salir de Marrakech a las 6am, llegar a Ouarzazate a las 10 / 10:30 tener una reunión y volver sobre las 14:00 para llegar de nuevo a Marrakech sobre las 18:00
El viaje de ida fue una maravilla, no encontramos mucho tráfico y el paisaje, al ser nuestra primera vez, era hermoso de contemplar. Es cierto que tan solo se trata de una carretera más de montaña, pero por el camino nos encontramos con aldeas de verdad, aldeas de locales, pueblos enteros excavados en la montaña, casas de terracota y un largo etc. Por diferente ya mereció la pena la paliza, de sobremanera cuando nuestra velocidad media nos permitió llegar a Ouarzazate en poco menos de 3h.

 

Ouarzazate como indicaba anteriormente, es una preciosa ciudad…..  desde donde parten numerosas excursiones al desierto.
 
Pero no fue esto lo que más nos llamó la atención, sino un restaurante al que nos llevaron a comer nuestros clientes; LA KASBAH DE SABLES


Es curioso lo que se puede esconder detrás de la puerta de un edificio mediocre en medio de ningún sitio.
Debajo de un pequeño cartel con el nombre del restaurante, se haya una puerta que va a dar un pasillo, el cual recorremos con ganas de ver lo que nos vamos a encontrar. La pinta es buena, pero lo que nos encontramos a continuación sencillamente no lo esperábamos.


Se trata de una preciosa casa marroquí convertida en restaurante y con una presencia importante de un elemento adorado por estas latitudes, el agua. Las dependencias de la “casa” se han convertido en comedor, en zona de sofás al más puro estilo marroquí (obviamente porque estamos en Marruecos), pero se trata de algo diferente y a lo que no estamos acostumbrados.

En un lugar tan alejado de la ciudad, y suponemos que del dinero y de la opulencia, nos encontramos este precioso rincón escondido en una calle peatonal de una zona poco frecuentada de la ciudad.

Nos sentimos afortunados de haber venido a Ouarzazate pero lo estaremos aun más después de la sorpresa que el destino nos acaba de deparar.

 
Obviamente, no se trató de la mejor comida del mundo, del mejor filete del mundo o de los mejores entrantes que uno jamás haya probado, pero tampoco se trata de eso, es sencillamente el efecto sorpresa, un sitio maravilloso, fresco, diferente, acompañado de una muy buena comida muy bien presentada, algo con lo que uno no cuenta encontrarse en una ciudad como en la que acabábamos de conocer.
De entrantes compartimos unos platos típicos marroquíes, con presencia de lentejas, garbanzos en diferentes salsas, varios embutidos y un pan local exquisito.
 
 
 
Después de los entrantes un buen filete a la pimienta con unas patatas diferentes.
De bebida? Si que había vino en la carta, pero nos decantamos por un par de cervezas heladas, que aunque no es aun época de sofocones (22C de máxima y 8 de mínima) parece que entran mejor con la arena del desierto. Cabe recordar que nos quedan otras 3 o 4h de vuelta a Marrakech y aquello de “si bebes no conduzcas”.

 
Después de una muy grata sorpresa, una buena comida y una interesante conversación de negocios, nos despedimos de Ouarzazate con un muy buen sabor de boca.
Ahora nos quedana otro viaje interminable por el Atlas, que se convierte en un pequeño infierno una vez que el sol desaparece tras las montañas, demasiado tráfico y sobre todo, demasiados camiones.

 
Si todo va bien y el destino así lo permite, en no muchas semanas tendremos la oportunidad de repetir en La Kasbah des Sables, aunque ya no será lo mismo porque el factor sorpresa, ya habrá desaparecido….

 
Ha sido poco tiempo en Ouarzazate, pero estoy convencido de que esta preciosa ciudad, entrada del desierto Marroquí, esconde muchas otras sorpresas…
 
 
Y si no, al tiempo…..
Un fuerte abrazo viajeros….
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viernes, 3 de octubre de 2014

LIONS HEAD, trekking en Ciudad del Cabo

 
 
 
Qué me pasa con Ciudad del Cabo, que me tiene loco, loco, loco?
Ya, ya lo se, a estas alturas y después de haber escrito tanto sobre tantos sitios, y después de dejar por escrito que me he enamorado de tantos lugares, entiendo perfectamente que ya no me creais…..

Lo mejor que podeis hacer es coger un avión y verlo con vuestros propios ojos, será desde luego la mejor forma de comprobarlo.
 
Ciudad del Cabo me tiene hiptonizado, y la verdad, ya no se que más escribir sobre esta increíble ciudad Sudafricana;
O SI.
 
Cada vez que voy Ciudad del Cabo (CdC) vuelvo con 3 o 4 cosas nuevas sobre las que escribir, lo que da una idea de todo lo que se puede ver y hacer en este recóndito lugar de la tierra.
Vaya por delante que llegar a CdC no es ni tan difícil ni tan caro, solo requiere unas dosis de paciencia, ya sabeis, quien viaja y quiere descubrir nuevos lugares tiene que sacrificarse un poco.
 
Resumiendo opciones, si uno quiere visitar Ciudad del Cabo lo normal es hacerlo a través de Johannesburgo, aunque la verdad, la capital de Sudáfrica, aunque esconde varias sorpresas y da para uno o dos días de visita (siempre bajo mi punto de vista) no merece ser parada de nuestro viaje como no sea porque logísticamente, o económicamente compense de alguna manera, aunque entiendo es fácil hacer esta afirmación después de haberla visitado media docena de veces.
Para llegar a Ciudad del Cabo hay varias aerolíneas Europeas y Arabes que vuelan directamente, por lo que un Madrid – Londres – Ciudad del Cabo es una opción, como un Madrid – Dubai – Ciudad del Cabo por poner dos ejemplos, y todo ello por un coste a partir de unos 500€ aproximadamente (aunque con otras combinaciones a través de Johanesburgo y/o con tiempo se pueden conseguir mejores precios).

 
Mi recomendación es hacerlo con Emirates por Dubai (y de paso lo conocemos) o por Doha con Qatar Airways, sencillamente porque son de las mejores compañías del mundo, y la turista de estas dos es casi mejor que la business de muchas otras.
Más comodo? Quizás sea meterte en un avión en Londres a las 9 de la noche y despertar en Ciudad del Cabo, las dos opciones son buenas por lo que yo me decidiría básicamente por el precio o por las ganas de conocer Dubai.

 
Una vez en Ciudad del Cabo hay que escoger hotel, y para ello RECOMIENDO que os olvidéis de las grandes cadenas, de los grandes hoteles, porque si algo hay en CdC son decenas de Boutique Hotels, pequeños hoteles ó Bed&Breakfasts (llamarlo como queráis)
 
En visitas anteriores me quedé en el Sugar Hotel, del que ya escribí un post, un precioso boutique hotel en pleno Green Point (zona nueva de CdC que alberga el Nuevo Estadio y la preciosa marina de V&A) y donde la verdad, me encanta hospedarme en mis visitas a esta hermosa ciudad.

 
En esta ocasión, el destino quiso que el Sugar Hotel estuviera completo, por lo que después de un rápido estudio de mercado me decidí a probar otro pequeño y FABULOSO boutique hotel, de nombre 52 De Wet.


Este hotel, sobre el que también he escrito un post, fué mi humilde morada durante un fin de semana de descanso y de relax, entre dos semanas complicadas de reuniones, vuelos y visitas a clientes. La verdad, no se me ocurren mejores opciones que los desayunos en la terraza de esta lujosa villa disfrutando de la inmensidad y la fuerza del Océano Atlántico, para comenzar un día lleno de posibilidades. Baño entre tiburones, paseo en Huey Cobra, Rappel, Bungy Jumping, cata de vinos, Kitesurfing, sencillamente sol y playa, y/o un largo etc.

 
En CdC hay dos montañas que llaman la atención y que destacan por encima de cualquier otra cosa, son las llamadas Table Mountain y sus 12 Apóstoles y la conocida como Lions Head, por tener la forma del león sentado.


Hasta hace bien poco, solo sabía de la posibilidad de subir a Table Mountain mediante el teleférico o haciendo trekking (senderismo) por una ruta de unas 3 o 4 h. Nada sabía sobre la posibilidad de subir a Lions Head, entre otras cosas, porque mirando hacia ella parece que su cumbre es roca pura y por tanto, inaccesible para el típico viajero como puedo ser yo.
Leyendo en Internet me encontré un precioso blog que hablaba de las maravillas de Ciudad del Cabo, y cuando vi la foto que sigue a este párrafo me dije, AHÍ TENGO QUE SUBIR YO!!

Y una vez más, casualidades de la vida, 3 o 4 semanas después estaba en CdC, en pantalón corto y preparado para la ascensión.
 
La verdad, no me costó mucho encontrarlo, porque por un lado está bien indicado, y por otro cuando llegué al lugar donde comienza la pista de subida, me di cuenta que esta excursión es pasatiempo y costumbre entre, ya no solo los turistas, sino también para los locales.
Resumiendo como llegar al punto de salida, diremos que saliendo del centro de Ciudad del Cabo hay que coger la Main Road dirección sur (hacia Camps Bay). Si seguimos varios Km por esa carretera, después de pasado Clifton Beach y antes de llegar a Camps Bay, dicha carretera se convierte en De Kloof Road. Seguimos por esta y llegaremos a un cruce donde podremos hacer una izquierda hacia Signal Hill (la que nos interesa) o una derecha hacia el teleférico de Table Mountain. A no más de 10 Km del centro de CdC.
 
Conducimos por Signal Hill Road no más de 500 m y a mano izquierda, veremos una pista de tierra batida que rápidamente se vuelve empinada. Esta, es la que nos llevará a la cima de Lions Head.

 
Se trata de una subida moderadamente fácil, para la que no hay que estar específicamente entrenado, pero a la que conviene subir preparado (playeros o mejor botas de montaña). He visto a niñas subir en vestido y con francesitas, y aunque han llegado a la cima, no creo que sea la forma más adecuada, ni la más cómoda o segura para subir.
Importante, llevar agua o líquido para hidratarse, porque dependiendo de la hora el sol pega, hace calor, se suda mucho y la subida es relativamente dura, o cuando menos algo empinada.
 
Tiempo? Se puede hacer entre 25 minutos para los más profesionales y hora y media para lo más tardones y sobre todo para los que se lo tomen con tranquilidad. Yo no soy profesional de nada y no tengo demasiado tiempo para hacer deporte (aunque lo hago todas las veces que puedo) y lo subí en 40 minutos y con algo de tráfico.
La mejor hora? Empezar la subida entre dos horas y hora y media antes del atardecer. Por qué? La puesta de sol es impresionante y yo dejaría unos minutos para sacar fotos arriba. Si es día de mucha gente (el sábado que yo subí conté a más de 60 personas en la cima) las colas para bajar pueden ser importantes, ya que hay zonas, donde hay que bajar por escaleras (2) agarrarse a unas cadenas (1) y utilizar unos peldaños en forma de agarraderas ancladas a algunas paredes (3).

 
A los 10 o 15 minutos de bajar llegas a una senda donde las vistas son similares a las de la cima y por ende, las fotos no perderán ni un ápice de calidad.
 
Con la botella de agua fría en la mano, playeros de correr, un traje de baño y un polo me dispuse a subir, sin saber con exactitud, lo que me iba a encontrar, la dificultad del recorrido, el tiempo que se tardaba o lo que quería decir “zonas de dificultad media”.

Ahora que ya lo se, quiero compartirlo con vosotros para que no os pase lo mismo.
 
El Objetivo de esta pequeña aventura? No solo disfrutar de una hora o dos de deporte y/o de hacer un ejercicio que seguro que nos viene bien, sino de sacar unas fotos que para mi, son de lo más bonito que he visto en mi vida. Y como no hay mejor muestra que un botón, aquí os van mis fotos de esta tarde en Lions Head.
Como podeis observar la subida empieza empinada, las fotos no hacen justicia con la realidad, aunque es cierto que es una pista ancha y más o menos firme.

 
A medida que vamos subiendo y bordeando la montaña, agradeceremos las sombra de la misma si es que vamos a última hora del día. Al mismo tiempo que vamos subiendo la pista se va haciendo más estrecha, y hay zonas en las que tendremos que dejar paso al que baja ya que se hacen necesarios pequeños saltitos para avanzar en algún desnivel.


Para hacerlo más ameno, cada 6 minutos hacía una corta parada de 1 minuto aprox. para beber un poco de agua y sacar fotos de aquello que me pareciera más interesante.
Increibles las vistas que hay de Table Mountain con su, ya famoso tablecloth encima (mesa y mantel). Las nubes que sobrevuelan la cima de Table Mountain lo hacen de una manera tan original y graciosa, que bien parece que se tratase, como le llaman en inglés, del mantel de una mesa puesta.

Curioso también es el reflejo de la cima de Lions Head en las calles de la ciudad.


Increible perspectiva de Table Mountain, los 12 Apóstoles y a sus piés, la preciosa comunidad playera de Camps Bay, donde tanto nos gusta cenar y pasar los días en su playa.
Seguimos subiendo y la cosa poco a poco se complica, nada del otro mundo, pero una zona donde conviene cogerse a las cadenas ancladas a la pared, un tramo con una escalera metálica y dos pasos donde hay una especie de escaleras ancladas a unas paredes verticales de entre 4 y 6 metros donde el paso es obviamente individual, o subes o bajas pero solo de uno en uno.


Llegamos al tramo final donde la estrechez del camino permite poco adelantar, pero como no se trata de una maratón tampoco pasará nada.


Cada vez que hago una parada para dejar a alguien pasar (a estas alturas ya hay más paradas por obligación que por necesidad), tomo un sorbo de agua y me quedo tonto mirando el paisaje que tengo delante de mis narices.
Se me ocurren muchas palabras para describir lo que estoy viendo, pero si puedo resumirlo en unas pocas diría que lo que estoy viendo me parece enorme, salvaje, inmenso, brutal, amen de precioso. La naturaleza no me había llenado tanto, no me había cortado la respiración de esa manera desde mi última visita a la Isla Sur de Nueva Zelanda.

Porque hay muchas cosas bonitas hechas por el hombre, hay muchas cosas preciosas aprovechadas por el hombre, pero las que muchas veces valoro por encima de las demás son las de naturaleza virgen, sin tocar. Y esta preciosa esquina del mundo, si por alguna cosa me tiene enamorado es por la fuerza de su naturaleza (por no hablar de cultura, gastronomía, etc.)

Después de otro paso por la última escalera llego a la cima y disfruto de los últimos minutos del atardecer. El sol ya incide sobre Table Mountain y los Apóstoles de una manera diferente, dotando al atardecer de unas preciosas tonalidades que se reflejan en las piedras y en el cielo principalmente. Tenemos enfrente uno de los más bellos atardeceres que seguramente se puedan contemplar en la tierra.

 
Y por fin llega el momento de sacar la foto que me prometí sacaría durante mi próxima visita a Ciudad del Cabo, mucho antes de lo que pensaba cuando hace un mes descubría esta excursión por Internet.

 
Llega el momento de bajar y la verdad, que se baja como un tiro. Hay que estar más preocupados de la gente que de otra cosa, eso si, siempre con mucho cuidado y precaución ya que hay zonas, que aunque no excesivamente peligrosas, si que pueden darnos algún susto.
 
Como comentaba anteriormente 15 minutos antes de que se ponga el sol, a las 19:59 exactamente, comienzo a descender para sacar algunas de las fotos más bonitas que jamás haya sacado.
 
Son las 21:30 y estoy echado en una hamaca del 52 De Wet, contemplando y escuchando al mar, con una rubia a mi lado (de las que van frias y en botella). Estoy en esos momentos de desconexión total, de lo que yo llamo “hemorragia de felicidad”, y aunque es cierto que falta mi familia a mi alrededor, el nivel de relax que tengo ahora mismo creo que va a ser difícil de igualar.

 
Muy probablemente este año sea un año de mucho viaje, de muchos vuelos y de mucho trabajo, y aun así me pregunto, cuando volveré a Ciudad del Cabo?
Porque aun no me fuí y ya quiero repetir, por muchas razones, una de ellas hasta simpática; Podré batir mi record de subida la próxima vez que suba a Lions Head?
 
Porque os garantizo una cosa, las vistas y el atardecer, bien se merecen una y mil veces ese esfuerzo y subida.
 
Cuando volveré?

Como dicen los Ingleses, the sooner the better, vamos, en castellano plano, cuanto antes mejor…!!

Un abrazo viajeros....

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martes, 23 de septiembre de 2014

CANTINA CHIC, EL MEJOR ITALIANO DE PARIS ??


 
Cierto es que París es una de las ciudades más bonitas del mundo, como también es verdad que es una de las más caras.
 
No creo que haya mucha justificación para pagar más de 300€ por una habitación de 15 m2 en un hotel de 3* o pagar 80€ por una cena "normal". Está claro que en ese aspecto París y yo nos llevamos muy mal....
 
También imagino, que como todo en la vida dependerá del prisma con el que lo mires....
 
Eso si, la ciudad es PRECIOSA y pasear por muchas zonas de París, mirar los edificios, los monumentos, la historia que encierra esta gran ciudad, es una auténtica delicia...
 
Mucha gente me llama últimamente para preguntarme por recomendaciones de restaurantes, y aunque en muchas ocasiones son sitios conocidos y más o menos caros, hay muchas otras en las que me busco la vida y trato de encontrar cosas locales, económicas, diferentes y 100% recomendables.
 
Seguro que más de uno se echa las manos a la cabeza, y con razón, cuando lea que estoy recomendando un Italiano para cenar en París; y repito, lleva toda la razón.
 
Pero como al final tengo que escribir de lo que puedo, de lo que veo, de lo que pruebo y no de lo que quiero, os paso mi tip para una buena cena en pleno centro de París y por un precio más que razonable.
 
Para empezar decir que este restaurante, CANTINA CHIC se encuentra en pleno centro de París, a tan solo 150 metros del Arco del Triunfo, es decir, más céntrico no se puede pedir.


 

Obvio es que lo primero que llama la atención es su nombre, Cantina Chic parece más nombre de un Restaurante Mexicano que Italiano, no muy acertado la verdad, aunque enseguida nos olvidaremos del nombre.
 
Lo segundo que llama la atención es la fachada del Restaurante, que tampoco es nada del otro mundo....
 
 
 
 
 
Si os soy sincero, la única razón por la que escogí este restaurante es porque estaba MUY RECOMENDADO en Tripadvisor, y cuando digo muy recomendado quiero decir que en ese momento estaba en el puesto 7 de más de 3,000 restaurantes en París, así que "Algo tiene que tener" pensaba yo para mis adentros.
 
Y ya que hablamos de Tripadvisor, comentaros que al contrario de lo que muchos piensan, que un restaurante sea Número 7 en Tripadvisor quiere decir que casi todo el mundo que fué, salio muy muy contento y con su objetivo cumplido, y podemos estar hablando de un restaurante, de una heladería o de una taquería por poner varios ejemplos.
 
Cuando entramos en el restaurante nos recuerda inmediatamente a los pequeños bares Italianos donde la "mamma" cocina comida Italiana de verdad. El color de los manteles, lo cerca que están el resto de comensales, lo pequeñas que son las mesas, son todas características de muchos de los restaurantes Italianos.....
 
 
 
 
No, cierto es que no es lo más cómodo del mundo, ni lo más romántico del mundo ni tampoco lo más recomendable del mundo, pero algo tiene que tener, seguía pensando yo, para estar en el ranking donde está.
 
Enseguida nos atendió la camarera, una chica Italiana muy atenta, muy simpática y muy buena profesional, que rápidamente nos enseñó el menú en una pizarra explicándonos plato por plato, lo que significaban, los ingredientes y la forma de cocinarlos.
 
 
 
 
La carta no es grande, son solo 10 platos, 5 entrantes y 5 principales, lo que en principio no nos da demasiadas alternativas pero si nos suele asegurar la calidad y lo fresco de los productos.
 
Inmediatamente escogemos el primero, un Carpaccio de Bresaola que me suele gustar y mucho.
 
 
 
 
No falla, sin grandes alardes pero rico, bien presentado, sabroso....
 
De segundo no lo tengo muy claro, me encanta la pasta a la Boloñesa pero la señorita nos recomienda los "Pappardelle con setas al aceite de trufa", y ese plato suena muy pero que muy bien, así que sin dudarlo nos lanzamos y dejamos a la Boloñesa para otra mejor ocasión....
 
 
 
 
No solo no falla, sino que nos deja locamente enamorados, y cierto es, que MUY MUY llenos....
 
 
 
 
La pasta, al dente, y el sabor de la salsa de setas con la mezcla del queso medio fundido y el aceite de trufa sencillamente de otro mundo.
 
Lo que tienen los platos de pasta es que parecen pequeños, y no en este restaurante sino en general, pero la pasta llena mucho y ocupa poco, por lo que este plato que podeis ver en la foto se convirtió en un Señor plato que si, me costó acabarlo y si no fuera por lo buenísimo que estaba se hubiera quedado no a la mitad, pero casi....
 
Cena de trabajo con un compañero y no había gana de beber mucho, había que volver al hotel y enviar unos E-Mail antes de irse a la cama, así que acompañamos la cena con una Peroni, una coca cola helada y un café con leche.
 
Aun así mis vecinos de mesa, y vecinos porque realmente estaban pegados si que disfrutaron de su "tiramisú", y después de ver la foto ya casi que me arrepiento de no haberlo comido...
 
 
 
 
Y enseguida llegó la Dolorosa.... no tan dolorosa esta vez. 61€ las dos persona. En pleno centro de París, con una calidad de comida muy alta y por ese dinero sinceramente, no se como en muchos sitios. Ahora ya entendemos el por qué del Ranking N7 en los Restaurantes de París para los lectores de TripAdvisor.
 
Sinceramente se trata de un piccolo ristorante, de una comida Italiana exquisita, con un servicio excelente y a un precio muy, muy bueno...
 
No es totalmente recomendable?
 
Espero que en mi próxima visita a París, os pueda recomendar otro parecido, pero este, de comida Francesa....
 
Pero eso ya, lo dejo para otra ocasión....
 
AU REVOIR mes amis....
 
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Un abrazo viajeros....
 

 

viernes, 30 de mayo de 2014

THE GRILLHOUSE RESTAURANT, JOHANNESBURG


Cierto es que en Sudáfrica se come bien en muchos sitios y más si estamos hablando de carne.

Johannesburgo tiene muy buenos restaurantes, como no podía ser de otra manera. Se me ocurren varios nombres como Le Pigalle, Thomas Maxwell por poner un par de ejemplos, pero en The Grillhouse hemos encontrado la excelencia.
Van ya varias visitas a este de otra manera, precioso restaurante, y he cometido el error de probar siempre el mismo corte de carne. Es tan sumamente tierno, sabroso y rico que para qué cambiar?
El restaurante se encuentra dentro del Centro Comercial que da acceso al Hotel Grand Hyatt, una excelente opción de alojamiento si optamos por un hotel de una gran cadena. Como ya os he dicho muchas veces, en JNB recomiendo SIEMPRE dormir en un Boutique Hotel (10 2nd Avenue Houghton, The Winston, etc.)
 
 
La decoración es brutal, madera de color oscuro, pared de ladrillo, varias zonas semi privadas para cenar, mesas amplias, servicio atento y numeroso, pero sin ser abusivo o intrusivo.
 
 
De entradas escogemos los calamares, el carpaccio de Springbok o las salchichas alemanas condimentadas con una buenísima salsa especiada de tomate.
 
 
Después viene el corte estrella, el solomillo con hueso, marinado en mostaza y pimienta negra. No tengo palabras para poder describir el sabor a carne, ligero toque a especia y sabor a parrilla.
 
 
Si regamos este plato con cualquier Pinotage Sudafricano, podemos morir en paz.
En España y en otros países hemos visto muchas veces el solomillo, pero rara vez hemos visto servir la pieza sin estar separada de su hueso. Esto, que parece tan simple, permite, según los entendidos en carne, que la misma mantenga intactos sus sabores.
 
 
No se hasta que punto esto puede notarse más o menos al comer este delicios plato, pero lo que si puedo garantizar, es que el solomillo con hueso que sirven en este magnífico restaurante es sencillamente de otro mundo.
 
 
Muchos detalles hacen de este, un magnífico lugar donde cenar, desde la mesa, el pan, el aperitivo de la casa y de sobremanera los cuchillos especiales que te dan cuando comes carne. Da gusto poder cortar la carne (que dicho sea de paso se corta sola) con un cuchillo en condiciones, algo sencillo pero que no muchos sitios tienen.
 
 
Otra de las ventajas de cenar en The Grillhouse es el copeteo, y me explico. Pegado al restaurante y casi como parte de él, hay un Jazz bar donde todas las noches, especialmente de jueves a sábado, se junta un gran número de personas para tomarse su “afterdinner” Gin&Tonic.
 
 
Buenas bebidas, precios económicos, ambiente moderno y sobre todo música en vivo, hacen de este lugar, una apuesta segura para las noches de Johannesburgo. El nombre? KATZYS
 
No se os ocurra ir en bermudas o en chanclas a cenar, o tendréis que dar la vuelta al hotel ya que hay ciertas normas de “etiqueta".
 
 
Aparte de la zona del bar y donde se toca la música en vivo, hay una hermosa terraza que para las noches del verano Sudafricano (invierno Español) es una verdadera delicia.
Uno de los encargados del negocio, y que muchas veces está en la puerta, es un ávido jugador de golf enamorado de España y de sus campos.
 
Muchas veces cuando nos vamos a un país lejano, a una ciudad desconocida, nos encontramos ante la duda de donde ir a cenar. Cierto es que Tripadvisor es de grandísima ayuda para localizar muchos y buenos restaurantes, y si a eso le sumamos este corto post, espero que sea suficiente para acabar de convenceros….
Ahh, y para aquellos preocupados por el precio, decirles que cenar en este bonito restaurante, entrante, solomillo, botella de vino, capuccino y Gin&Tonic, ronda los 30 € persona.
 
Si ya era bueno el post, creo que acabo ya de rematarlo….
No es hora de probarlo?
 
 
Que os aproveche viajeros….


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