miércoles, 2 de diciembre de 2015

CINDERELLAS ROYAL TABLE: Cena en el Castillo de Cenicienta. DisneyWorld, Orlando. Florida

 
 
La mejor cena de mi vida?

Quizás….

Por qué?
 
Hay muchas razones por las que uno en un momento puntual opina que acaba de disfrutar de la mejor cena de su vida. Tres meses después repites la frase con la misma gana y tal entusiasmo, que realmente piensas que esta que acabas de terminar ha sido la mejor. Si hiciéramos caso a las veces que he dicho “esta ha sido la mejor cena de mi vida” pues no se estoy seguro si estaríamos hablando de 10 o de 200.
Lo que si que tengo claro, es que para que yo diga que ha sido la cena de mi vida es que algo diferente si que ha pasado. Que tengo que escoger una? Sin dudarlo sería esta. Y por qué? Ahora voy a tratar de explicarlo….
Para entender esta cena y el por qué de este post hay que ponerse en antecedentes.

Tenemos dos maravillosas hijas de casi 6 y de casi 4 años cuando realizamos un viaje en familia el pasado mes de Diciembre, y de regalo sorpresa nos llevamos a las peques a DisneyWorld, en Orlando (Florida).

Para mi el sol es una religión y la mejor forma de no echarlo tanto de menos es cortar el invierno con una escapada al sol.


Con niñas en esa edad nos pareció un buen momento para disfrutar del sol y de las temperaturas agradables por estas fechas de Florida. Disney era una buena excusa.

 
Hay que ponerse en la situación de dos padres viajando con sus hijas a ver a Mickey, a Minnie, a Elsa y a Ana (de Frozen) y la inmensa felicidad que esta visita suele reportar a los más pequeños.
 
Lo curioso es que ellas, tan pequeñas e inocentes, no sabían a donde iban. Sí, sabían que iban a Disney y que allá iban a ver a todos los personajes que ven en la tele y en el cine, pero no entienden (ni quisimos explicarles) el concepto de “Parque de atracciones” o de lo que iban a encontrarse al llegar a Disney.


Después de 3 días por Disney viendo a todos y cada uno de los personajes Disney (Mickey, Minnie, Pluto, Goofy, Daisy, Elsa, Ana, Buzz Light Year, Donald, etc) y sobremanera las Princesas de Disney (Cenicienta, Blancanieves, Rapunzel, etc) parecía que no había nada que lo superara.
Pues lo hay, esto es DISNEY, y en DISNEY la imaginación y los límites siempre se superan, y cuando crees que lo has visto todo te vuelven sorprender.
 
Vayamos por partes.
 
Dentro de Disney hay un castillo, el castillo de Cenicienta, en pleno centro del parque y que alberga un bonito restaurante de nombre CINDERELLAS ROYAL TABLE. En dicho castillo se puede desayunar, comer y cenar.

Conseguir mesa es complicado, prácticamente imposible en temporada alta y muy difícil en temporada normal. Por qué? Primero para reservar tienes que tener los tickets del parque comprados, y el cupo para comer en este restaurante se abre exactamente 6 meses antes del día que visitas el parque. Es decir, que tienes que tenerlo todo calculado al milímetro.
 
A las 12 en punto de la noche (en Florida), de 6 meses antes de tu primer día en Disney se abre el cupo por Internet, por lo que tienes que estar delante del ordenador a las 5:45 am hora Española, para llegar a la página, tener abierta la página web de la hora exacta, y una vez que dan las 5:59:59 actualizar la misma e intentar conseguir mesa, nada más aparecer la disponibilidad confirmar la hora que más te interesa. Para esto deberéis de seguir el siguiente link.
Que hacemos? Desayunamos, comemos o cenamos? Muchas son las opiniones sobre esto y yo os daré la mía.

 
DESAYUNO

Es una de las más apetitosas por una razón muy sencilla. Si el parque abre a las 9am el primer desayuno lo dan a las 8 y eso te permite una cosa. Desayunar corriendo para acabar antes de que se abran oficialmente las puertas del parque. Qué ventaja tiene eso? Que si por ejemplo quieres ver a las hermanas Elsa y Ana de Frozen, evitarás la cola de hasta 5 horas, SI, HE DICHO CINCO (5) que llega a haber en ciertos días de temporada alta. En su contra decir que gastarte lo que cuesta para ir con el agua al cuello no es lo más recomendable, pero es una opción.
 
COMIDA
Si pasas el día entero en el parque parece una buena razón para parar hora y media y disfrutar de un descanso en el castillo de Cenicienta y aprovechar ese tiempo para ver de una vez a unas cuantas Princesas, ya que como luego os contaré, al menos 4 pasan por la mesa a saludar y a sacarse la foto correspondiente con las pequeñas.

 
CENA
Mi preferida, después de un largo día en Disney, haciendo reserva a última hora podrás disfrutar de los hermosos fuegos artificiales desde dentro del castillo, y si tienes suerte de que te toque una mesa en la ventana (realmente hay pocas), entonces la velada será completa. No tienes que irte corriendo y puedes disfrutar de la cena, de las vistas, de las princesas y de esa sonrisa que no se borra durante toda la cena de la cara de tus pequeñas.
 
 
POR QUÉ CINDERELLAS ROYAL TABLE?
Os cuento en primera persona las razones por las que ha sido la mejor cena de mi vida.

 
Después de dar mil y una vueltas por el parque, las peques empiezan a preguntar si se puede entrar en el castillo, a lo que nosotros papis respondemos que solo gente con mucha mucha suerte, o que conozcan a alguien cercano a Cenicienta (recordad que son niños y los niños, se lo creen todo).
 
Con un poco de imaginación una de las noches paseando por el castillo mamá me preguntó si no podía llamar a mi amigo David, que era muy amigo del Presidente de Disney, así que con el teléfono en la mano y las peques pendientes de mi conversación, empecé a hablar con David (ficticiamente) preguntándole si habría forma de entrar en el castillo.

 
Poniendo caras de alegría, muecas, hablando en voz alta como “Noo, de verdad David? Me vas a hacer ese favor? Mis hijas no se lo van a creer” les dije a las peques que nos habían conseguido un pase a ver el castillo, pero que Cenicienta estaba muy ocupada con unos invitados y que iba a intentar pasar a saludarnos:
Imaginaros la escena….
 
A las 19:45 en punto nos presentamos en la puerta del Castillo, y efectivamente mi nombre aparece en la lista, no por mi amigo David sino por la reserva que había hecho, exactamente 6 meses antes. Rápidamente, pasamos a la entrada del Castillo donde nos recibe un paje y nos dice que Cenicienta nos está esperando…. Mis niñas ya no saben que hacer, no se lo creen….
Cenicienta las recibe, las coge de la mano, les da un beso, les firma sus autógrafos en la libreta de autógrafos comprada para la ocasión y se saca numerosas fotos con ellas, fotos que nos saca un paje real.

 
Una vez se acaba la sesión (3 minutos aprox) me acerco a Cenicienta y en inglés le doy las gracias, las peques lloran literalmente de felicidad. Cenicienta me dice que son muy guapas, muy ricas y que lo pasemos muy bien…
La mayor me pregunta… “Papi, que hablaste con Cenicienta?”  y las abrazo a las dos y les digo… “No os podeis ni imaginar lo que me acaba de decir Cenicienta; “El qué papi?” Y entonces les digo… “Como sabe que habeis sido muy buenas este año y porque quiere que veais el castillo al completo, nos acaba de invitar a cenar con otros invitados y más amigas suyas princesas..."
 
Esta frase les ha proporcionado el mayor momento de felicidad y unas caras de alegría que jamás había visto, la verdad es que casi lloro de emoción, y ahora de solo pensarlo se me pone la piel de gallina…
Subimos al salón de la cena donde nos recibe otro paje real (camarero) y nos lleva a nuestra mesa, una preciosa mesa en la ventana del castillo.

 
Lo que viene después es también de cuento, estamos cenando en el Castillo de Cenicienta y durante la hora y media que aproximadamente dura la cena se acercan a nuestra mesa hasta 4 princesas más, saludan a las peques, firman el libro, se sacan fotos con los 4, etc.

En resumen, cenar en el Castillo supone ver a 5 princesas, que te firmen un autógrafo y sacarte una foto con todas ellas.

 
Aparte de esto se pueden hacer muchas más cosas, como encargar unas tiaras para las peques y que las traiga un paje real, puestas sobre un hermoso cojín violeta y que se las coloquen con delicadeza en la cabeza como a las verdaderas princesas…

Se puede pedir una tarta personalizada, celebrar un aniversario, incluso ir a la tienda/peluquería de enfrente a que te peinen, maquillen y vistan a las niñas como Cenicienta, obviamente, con un coste, que puede ascender desde los 25$ de cada tiara pequeña hasta los 300$ la peluquería, vestido y maquillaje.

 
El menú de la cena está bien, un entrante, un principal, un postre y bebidas gratuitas si son sin alcohol. No, no es la cena más rica del mundo pero no está nada mal.

He visto a gente quejarse de la comida; por favor, esto no es una cena gourmet, es algo para que disfruten las pequeñas.
 
Si hay alguien en el mundo a quien le tengo que dar las gracias por haber conseguido sacar el mayor número de sonrisas que jamás haya visto, ese, tiene nombre y apellidos, y se llama Walt Disney.

Hay una frase hecha que dice que hay veces que uno se duerme con la sonrisa en la boca, y yo, ingenuo de mí, he tardado casi 40 años en averigüarlo. Pensé que era una frase hecha, una forma de decir en pocas palabras que uno se había ido a la cama contento y feliz.

 
Os aseguro que esa noche, después de cenar en Cinderellas Royal Table, por primera vez en mi vida vi a una personita (una de mis hijas) dormida con una sonrisa de oreja a oreja, y sabeis qué? Eso no tiene precio….
Y es por ello que la cena en el Castillo Real de Cenicienta, ha sido con diferencia la mejor cena de mi vida.

Si visitáis DisneyWorld, no os perdáis una comida en el Castillo de Cenicienta....

Un abrazo viajeros....

 

sábado, 21 de noviembre de 2015

Restaurante IK, LIMA. La excelencia de la cocina Peruana


Este año me ha dado por contar. Estoy contando ya no solo el número de vuelos que cojo al año sino los Kilómetros que llevo. También cuento las veces que visito cada país, enumero los hoteles donde me hospedo y las noches que paso fuera de casa; pero comer? Comer en restaurantes?
Obvio que por motivos laborales como mucho fuera de casa y cuando llego a casa, por motivos personales, también como bastante fuera de casa. Como no se si estamos hablando de 50 comidas al año o 300, me he propuesto contarlas y enumerar todos los restaurantes donde he comido.

Y por qué os cuento esto?

Porque ayer tuve una cena maravillosa en un país maravilloso, por lo menos, gastronómicamente hablando ya que por gajes del oficio, la verdad, no me da tiempo a hacer turismo.
Perú es un referente en el mundo gastronómico y siempre que tengo que ir a Lima, me alegra pensar que, aunque tenga 12h de vuelo y apenas tiempo para conocer nada, lo voy a compensar con unas buenas cenas, muchas de ellas por debajo de los 30€ persona.

De Perú me vuelve loco su bebida Nacional, el pisco, y más concretamente el “Pisco Sour”, una estupenda y refrescante bebida compuesta de varias cosas:
1.      Jugo de lima
2.      Jarabe de goma
3.      Pisco
4.      Clara de huevo
5.      Un “chin” de angostura
Puede parecer complicado, pero es una bebida, que tras los grandes consejos de mi buen amigo Valle, he conseguido dominar.


En Perú me he sentido cómodo hablando del Pisco Sour, del 3+1+1 o del 2+1+1, del muelle en la coctelera para crear una espuma densa y de otros cuantos consejos que el bueno de Valle me ha dado. La gente alucina, “y cómo sabe este Españolito tanto del Pisco Sour?” se preguntan…. Apúntate una my friend, que esta, es mérito tuyo….
Ayer precisamente salió de nuevo la lista de los 50 mejores restaurantes de Latino América, donde ya no es sorpresa que una gran mayoría en esa lista estén en este precioso país Andino.
Como “El Mercado” del conocido Rafael Osterling estaba cerrado (y su otro restaurante Rafael estaba completo), me dirigí con un compañero a probar otro llamado IK (siglas de Ivan Kisik) y de comida “Fusión Japonesa Peruana".


Abrir este restaurante era el sueño de Ivan Kisic, que lamentablemente murió antes de abrir el mismo, y su familia y compañeros, a modo de homenaje, decidieron seguir con el sueño de Ivan y hacerlo realidad. Mucho de la carta pertenece a Ivan, y Percy Alvaro, mano derecha de Ivan es ahora el que dirige los fogones de este santuario gastronómico.

 
MENUDO ACIERTO
Recuerdo pocas comidas tan perfectas, porque no falló nada; NI LA FACTURA, y eso es como dicen los Chilenos, harto difícil.
El local se encuentra en el corazón del barrio de Miraflores, y la verdad es que por fuera no llama mucho la atención.
Una vez nos pasan al interior y nos acomodan, comprobamos lo bonito, diferente y “relajante” que es la atmósfera en este bonito restaurante.

En la decoración destaca la “Caja de fruta” de madera reciclada que forma el comedor, parece una enorme caja de fruta en cuyo interior se encuentra el comedor. Otro elemento que destaca es la presencia de mucha vegetación, algo que unido a una música de sonidos de animales naturales y de notas, provocan un estado de paz y tranquilidad.
Las mesas, todas redondas, porque todos los seres somos iguales y estar todos en el mismo sitio nos iguala. Las luces, del techo directamente a la mesa  formando figuras tìpicas Peruanas, hasta que llega la comida que con un chiscar de dedos desaparece y se convierte en una simple luz. El centro de la mesa iluminado, el resto más oscuro.

Pequeñas piedras sobre las mesas donde se apoyan las “pinzas” con las que se come, nada de palillos Japoneses. Piedras que significan energía y que dotan a la mesa de algo a lo que llaman fuerza.
Enseguida llega el camarero con la carta, una carta no muy extensa, con unos 10 entrantes y otros tantos principales.
Me gusta que todo se pueda compartir, ya que esto nos permitirá probar varias cosas en una misma cena. También tienen un menú degustación que seguro, es una delicia, pero no había tanta gana de comer y tampoco de gastar.

Comenzamos con un aperitivo de la casa, llamativo, diferente y sobre todo muy bien presentado. Está claro que también comemos con los ojos.



De primero tomamos un tiradito de pescado blanco. El tiradito es la versión Peruana de pescado crudo acompañado por una salsa, cortado en finos filetes y presentados en un plato presentación hondo con algunas flores, vegetales, aceites emulsionados y un largo etc.


Ayer me dijeron que la diferencia entre el cebiche y el tiradito, es el corte, siendo el tiradito finas láminas de pescado, y el cebiche un corto más rudo, en forma de tacos. También me comentan que el tiradito nunca lleva cebolla.
Sea como fuere, se trata de un plato ligero, sabroso, fino, rico, elegante, armonioso y un regalo para aquellos que comen con la vista.
Después de un gran entrante optamos por compartir unas mollejas de cordero. DIOS MIO que mollejas. Hechas a la parrilla con ese ligero sabor a fuego, sobre una cama de puré de patata?? Verdura cortada en fideos y un aceite verde emulsionado con no recuerdo qué: BRUTAL. Estas si son, con diferencia, las mejores mollejas que haya probado jamás.

Y finalmente compartimos un principal, un pequeño filete de una carne exquisita de nombre wagyu, sobre una cama de puré de patata, espárragos, y unos cuantos ingredientes más que dan al plato un sabor y un color difíciles de igualar.

Para beber y para no invertir en vino, el cual por lo visto en Perú es más caro de lo deseado, seguí apostando por la bebida Nacional, el Pisco Sour, pero esta vez, una sorpresa, un pisco a dos temperaturas. Esto quiere decir, un vaso divido por una hoja de platanero, en un lado sorbete de pisco sour y en el otro espuma caliente de pisco. Para beberlo levantabas la hoja, y dejabas caer en la boca el líquido de ambos lados para provocar en la boca la fusión de los dos elementos. Suena muy bien verdad? En la práctica pierde bastante de la magia del nombre y de la explicación.

De postre otro Pisco Sour esta vez el tradicional, bueno y al punto; se puede pedir más? Si, siempre hay algo más, de nuevo y por cortesía de la casa un postre para acabar la cena de una manera dulce.

 
Que la comida del Perú me tiene loco? Es un hecho

Qué dominio de las mezclas, de los ingredientes, de los picantes, de los sabores y de los colores. Dejo Perú en estos momentos con la sensación de no haber hecho los deberes gastronómicamente hablando, pero con un poco de suerte como los he hecho profesionalmente, tendré que volver. Y esta vez probaré nuevos sitios pero dejaré una de mis cenas para repetir en el IK
Y le daré una oportunidad al menú degustación;
Alguien se apunta?
Un fuerte abrazo viajeros

No dejéis de seguirme en Twitter @viajerosecreto

 

martes, 6 de octubre de 2015

CONRAD MIAMI, un hotel de lujo en Brickell...


Miami es uno de los lugares de la tierra donde más me gusta parar un par de días, y desde que viví allá a finales de los 90, he tenido la suerte de poder visitarla no menos de 15/20 veces

Si alguien me pregunta qué es lo que más me gusta de Miami, la respuesta es sencilla; el buen tiempo, pero sería injusto dejar el comentario aquí, ya que no solo es el sol, sino la buena temperatura y sobremanera la LUMINOSIDAD.

En MAYAMI (cómo se pronuncia en los EE.UU), apenas necesito dormir, puedo acostarme a las 4am como me pasó la semana pasada (no porque estuviera de fiesta sino por un vuelo complicado y con retraso), y a las 8 ya estoy corriendo por South Beach, o por Brickell como es el caso de estos días.

He estado en muy buenos hoteles muchas veces, y una gran mayoría de ellas por unos precios difíciles de igualar, y tiene su truco y forma de proceder, pero no lo voy a descubrir ahora, tampoco hay que ser un genio, solo un poco flexible y utilizar bien las redes sociales e internet.

En Miami suelo quedarme siempre en South Beach, aunque encuentro que muchos de los hoteles son demasiado caros para lo que ofrecen, muchos de ellos están ya viejos y necesitan ser renovados, aunque también es cierto que en los últimos años la calidad hotelera de South Beach (Miami Beach) ha mejorado.


No mucha gente sabe que hay dos Miamis, Miami Beach, y Miami ciudad, la misma ciudad pero distintas.

Miami Beach es obviamente la zona de playa, se trata de una especie de isla unida a la costa por puentes e islotes a lo largo de la costa. En Miami Beach estaban los mejores hoteles, la marcha, la fiesta, los bares de playa y los buenos restaurantes. Eso sigue ahí, Miami Beach sigue siendo eso, fiesta, pero es tan cachonda como falsa y donde el plástico reina, reina en forma de silicona y en forma de tarjetas de crédito. En general a Miami Beach se va a pasarlo bien, a buscar cacho y las más guapas a la caza del ricachón de turno.

Pero hay otra Miami, la Miami de los Mayameños, los que no bajan a South Beach ni por casualidad. La nueva zona de Brickell, digo nueva no porque sea de reciente creación sino porque ha sido en los últimos 10/15 años que ha habido un boom inmobiliario.

En Brickell, ya no solo están las grandes corporaciones sino también grandes hoteles, muy buenos restaurantes así como discotecas y bares de moda.


Cansado ya de South Beach y del “plastiqueo”, esta vez opté por quedarme en Brickell, más cercano al aeropuerto, más tranquilo y con MUY buenos hoteles….

Llevaba meses o quizás años queriendo probar el CONRAD HOTEL. Puede parecer una estupidez pero el edificio, en el que está la sede del Banco Spirito Santo, es un precioso rascacielos en medio de Brickell, y Conrad siempre tiene muy buenos hoteles por lo que la posibilidad de fallar es muy baja.


Después de usar internet para ver el hotel, piscina e instalaciones conseguí una muy buena tarifa por 112€, un chollo si lo comparamos con los 150/200€ que cuesta un hotel de los corrientes en South Beach.

Nada más entrar en el lobby a las 3am, mi corazonada se había vuelto una vez más en realidad, se trata de un SUPER HOTEL, moderno, precioso, cómodo y un largo etc.


Soy de la opinión que los grandes hoteles se quedan muchas veces pequeños cuando fallan ciertas cosas, sobremanera el servicio, en este caso no solo no fue así, sino al contrario.

Como os comentaba, el hotel se encuentra en el centro de la calle Brickell, una zona de movimiento durante el día y tranquila por la noche. El hotel tiene habitaciones entre las plantas 16 y 25, y de la 25 hasta la treinta y tantos tiene una especie de apartamentos, algunos de ellos pertenecientes al hotel y otros ocupados por lo que ellos llaman residentes.


Con el valet parking a sus piés (38 USD noche), entras en el hotel por un bonito lobby e inmediatamente subes a la planta 25 donde está la recepción del hotel.

A las 3am y con la pestaña pegada de tanto vuelo, realicé el check inn con la mala noticia de que solo podían darme una habitación para fumadores. A esas horas de la noche no tenía ganas de discutir, y aunque no puse buena cara dije… “Que remedio”. Si hay algo con lo que no puedo, es con el olor a tabaco, me mata. Y como la persona de recepción lo debió de notar me dio el acceso a internet gratuito como una forma de compensarme; primer detalle.


Al llegar a la habitación percibí que no solo era una habitación de fumadores, sino que las ventanas no abrían (típico de rascacielos) y el olor a tabaco era importante. Con el cansancio que llevaba no tenía ganas de protestar, pero como aun no había cenado me bajé al supermercado 24h que había al lado del hotel, a comprarme un sándwich y una coca cola. Y esa es otra cosa que me encanta de America, da igual la hora que sea que siempre hay un super, una tienda, una lavandería o un restaurante al que acudir.

Al pasar por la recepción le pregunté al recepcionista (disculpad que no diga su nombre pero creo que no llevaba el distintivo), si no habría una habitación libre aunque fuera de inferior categoría. Prefiero dormir en una caja de cartón limpia que en una suite con olor a tabaco. Después de comentarlo con su superior me hicieron el upgrade a un apartamento superior.


La habitación que me habían dado era amplia, limpia (con olor a tabaco, sí, pero limpia), con un buen plasma, un baño enorme y muy bien decorada. Tenía una enorme mesa en la que desplegar los papeles de trabajo y el ordenador personal; PERFECTO.


Lo del cambio al apartamento ya no tiene nombre. Se trata de un apartamento de unos 60/70 m2 aproximadamente con una preciosa habitación, cama King Size con vistas a la bahía, un gran baño con bañera y ducha separada, una cocina Americana con todos los utensilios, enorme nevera americana, cocina, microondas y un largo etc. A esto hay que sumarle un enorme salón unido y una pequeña terraza con una mesas y sillas. Todo al exterior, a la bahía, muy bien iluminado y muy bien cuidado. Varios armarios, plancha y un largo etc. En resumen, una MARAVILLA.

Los amenities eran de AROMATHERAPY, es decir de muy buena calidad y de un olor de los que gusta.

No se lo que tienen algunos hoteles de Miami pero la recepción y las zonas comunes me olían a verano, a palmera, no exactamente a coco pero sí a un olor muy particular, aflorado, afrutado, no se exactamente a qué pero una auténtica delicia.

Y seguimos con los pequeños detalles, y van….

Cuando despierto a las 8am por la claridad y la luminosidad que antes comentaba (por estas latitudes me encanta dormir con todo abierto para que el amanecer me despierte de forma natural) no tenía muy claro por donde podría correr (incluso barajaba la posibilidad de ir a South Beach a correr por el paseo que también suelo utilizar). Cuando empezaba a darle vueltas al tema me encuentro en uno de los armarios una tarjeta en la que venían 3 rutas alternativas para correr desde el hotel (3, 4 y 6 millas).


Así que cogí los playeros y me fui a la de 4 millas (a esas horas y con 4h de cama no necesitaba mucho más). Se trató de una bonita ruta, primero por el mismo Brickell donde disfrutaba de las vistas de los preciosos condominios que por allá hay, y después crucé el puente que une Miami con Cayo Vizcaino (Key Biscayne). Una preciosa ruta en un no menos bonito día de sol, de cielo azul y de ligera brisa al borde de la bahía.

A mi vuelta al hotel me pasé por el RoofTop Pool, una estupenda piscina en el techo de un edificio adyacente al hotel, con su piscina de unos 18m de largo, es decir, grande, su jacuzzi, terraza, bar, mesa de ping pong y dos buenas pistas de tenis de moqueta, en resumen; UNA MARAVILLA.


Como tenía que hacer un montón de llamadas, me metí en la piscina con el teléfono en la mano y allá pasé casi una hora solucionando la vida a alguno ;) Bendita forma de trabajar pensarán algunos, y en este caso, estoy de acuerdo.


Lo bueno de mi trabajo es entre otras cosas, momentos como este, oportunidades como esta, pero mi trabajo es igual que un iceberg, del que todo el mundo solo ve la punta (lo bueno), pero que casi nadie ve que debajo de esa punta del iceberg, hay un ENORME BLOQUE de trabajo, de horas de viaje y de grandes sacrificios personales, la zona oscura que nadie ve, ni valora.

Debido a todo esto que os cuento, decidí twitear unas fotos y comentarios sobre el hotel, al que el equipo de “Social Media” del #ConradMiami contestaron y retwitearon amablemente.Minutos después recibo un mensaje en el que me piden que al hacer el check out, pregunte por ellos que me quieren dar las gracias en persona por hablar positivamente sobre el hotel.


Y llegó la hora de marchar, aunque da la impresión de que he pasado una vida en el hotel (llegada, habitación, supermercado, cena, cambio de habitación, fotos, dormir, correr, twitear, piscina, teléfono, check out) resulta que sólo han pasado 8h desde que hice el check inn (veis? Esa es la zona sumergida del iceberg).

En recepción me atiende Denise, muy agradable y de sonrisa permanente, que me agradece haber escogido CONRAD para mi “parada técnica” en Miami. Y como aunque no lo creais soy un poco vergonzoso, no quise decir nada ni preguntar por nadie a la hora del check out, aunque tampoco hizo falta porque tenían bien apuntado quien era el @viajerosecreto o el chico de “Secretos del Viajar”.


A modo de agradecimiento, Denise me entregó un bonito detalle, unas riquísimas pastas/galletas acompañadas de una nota de agradecimiento personalizada y firmada por todo el equipo de Social Media del hotel.

Muchas gracias chicas/chicos. Gracias a Laura, Thomas, Daria, Maria, Thania y por supuesto a Denise por hacerme sentir como en casa.

No siempre podré quedarme en tan impresionante hotel porque siempre dependo de un budget, pero os garantizo que no solo iré siempre que pueda sino que recomendaré este hotel a todas las personas, que no son pocas, que me piden tips para sus visitas a Miami.

Y como decimos por España, para muestra, un botón. Aquí está este post sobre este MAGNIFICO hotel como forma de agradecimiento por todas las atenciones y la amabilidad mostrada.

Espero volver pronto otra vez, pero esta vez prometo quedarme más… mucho más….

Feliz semana viajeros….

Abrazo

@viajerosecreto






sábado, 26 de septiembre de 2015

El Show de David Copperfield, LAS VEGAS



Sin palabras……

Suena a tópico pero cuando me pasa una cosa de estas siempre me pregunto; Y esto puede ser superado? Imagino que la respuesta siempre es sí, porque si no fuera así probablemente no seguiría escribiendo en este blog ni seguiría encontrando esas cosas diferentes, cosas a las que me gusta llamar mis SECRETOS DEL VIAJAR

Imagino que las cosas siempre se superan porque con el paso del tiempo hasta las cosas más increíbles van perdiendo su efecto, y es realmente la novedad la que nos cautiva y la que hace que lo viejo se olvide y por lo tanto se piense que se mejora, que no es cierto.

Simplemente es otra aventura más, otra historia más, otra experiencia más….algo nuevo que nos enriquece…..

Esta vez tiene nombre y apellidos, y os aseguro que es una de las mejores experiencias que me ha tocado vivir en mi vida.

De nombre David y de apellido Copperfield, y con ello empieza este post de una noche en Las Vegas que jamás olvidaremos…..

Hace ya un tiempo que nos fuimos a la costa oeste de los EE.UU a disfrutar de unos merecidos días de vacaciones en San Francisco, Los Angeles y Las Vegas.

En Vegas decidimos quedarnos a dormir en uno de los hoteles míticos de la ciudad, el MGM, conocido porque en su interior se celebran los combates de boxeo más famosos del mundo entre otras cosas. Pero vayamos al grano porque el tema de hoteles en Vegas requeriría otros cuantos posts




Como bien sabéis, el concepto de Las Vegas ha cambiado en los últimos 15/20 años, y ha pasado de ser un destino de juego a un destino de fiesta y a un destino familiar. Y como han conseguido esto? Pues añadiendo a la componente “juego” otros dos, “actividades” sin límites (familiares, deportivas, gastronómicas, musicales, etc.) y “fiesta y cachondeo” (Djs, Pool parties, Discos, etc.).




En Las Vegas o Vegas como les gusta llamarlo a los Americanos, se celebran un montón de acontecimientos musicales, deportivos, etc. Entre ellos destacan grandes combates de boxeo, musicales de grandes estrellas (Sir Elton John, Cher, Celina Dione, etc.), el Circo del Sol, y uno de ellos, el Show del increíble mago David Copperfield. Pensamos que Copperfield sería algo distinto y que sería mucho más difícil de ver en España, así que nos decidimos a asistir al show.




El Show tiene lugar en el Hotel MGM. Se trata de un pequeño teatro de aforo limitado, donde la gente se sienta en mesas cercanas a la pista donde tiene lugar el espectáculo. El show gana y mucho por la cercanía con el mago, sobremanera las entradas más cercanas (y por supuesto más caras) al espectáculo. Por poneros un ejemplo el show es tipo las galas de Telecinco, cuando hay una pista donde actúan los invitados y todo ello rodeado de invitados en mesas con sus bebidas, etc.

Ante todo os pido disculpas por la calidad de las fotos, simplemente estaba prohibido sacar las fotos y son lo mejor que hemos podido hacer, luego entenderéis mejor esto…




La puesta en escena no pudo ser más espectacular, aparece una especie de grada vacía, la cubren con tela blanca cuando de repente suena el rugido de una moto y a los 2 segundos aparece David Copperfield subido en una Harley….




El Show es un auténtico regalo para los ojos, con magníficos trucos y una interactuación con los presentes llevada de forma magistral por el mago.

Otro de los números que nos dejaron alucinados, fue la aparición, no sabemos cómo, de un precioso Cadillac sobre su cabeza, y no me preguntéis de donde salió pero en segundos ahí estaba….




Es evidente que todos o casi todos sabemos que la magia no existe, que las cosas no son como parecen y que detrás de los grandes trucos hay enormes dosis de trabajo, de “engaño”, de tecnología y de preparación; pero eso, también hay que valorarlo y de eso se trata.

El caso es que realizó muchos números normales si queréis, y varios muy buenos, buenísimos…. Durante todo el show estuvo sacando gente del público, pero no se sabía exactamente hasta qué punto eran figurantes o simples espectadores…. Eso pasó hasta que lanzó unos platillos voladores y realizó uno de los números con las 6 personas que habían cogido los platillos al vuelo…

La verdad es que el tío es la mar de simpático, extremadamente simpático, tiene un algo que te engancha, algo que te hipnotiza, esa “mirada sucia” que diría el Fitis de  “Los Serrano” y quizás por ello es que se haya podido ligar a una de las tops más tops que yo recuerde; Quien va a ser? Kim Basinger ;)

Bromas aparte, recuerdo un show al que fuimos invitados en Los Angeles hace la friolera de 20 años, por uno de los cómicos del momento y de nombre Byron Allen, al celebrísimo (famosísimo) restaurante/sala llamada “THE IMPROV” en Melrouse.




Se trata de un local, que tampoco os deberías perder, en el que los cómicos del momento se suben a la palestra a “improvisar” (de ahí el nombre the “improve) y a sacar las risas del respetable.




Realmente no sabes cuánto es de improvisación y cuanto es preparado en casa, hasta que este buen hombre, nos dedicó a mi y a dos buenos amigos de la Universidad un buen porcentaje de sus chistes improvisados al segundo, ya que solo unos minutos antes le habíamos estado contando nuestros problemas con la circulación en las autopistas de Los Angeles y los terremotos en California. Obviamente te quedas frio ante la capacidad de “improvisación” y de hacer reír a la gente.

Pues este tío, David Copperfield, será buen mago, pero cómico? Un cacho….. Y cuando piensas cuanto está preparado y cuando es improvisación, te encuentras con la realidad en todos los morros; EL PUBLICO NO ESTA COMPRADO

Como lo sé? Todo tiene su explicación.

El último numero del espectáculo, y como no podía ser de otra manera, fue el mejor.

El Sr. Copperfield lanza 13 enormes globos/balones al público, de estos grandes, y al son de la música la gente les va dando golpes haciendo que todos ellos vayan de un lugar al otro del público; de repente la música se para y piden que las 13 personas que en ese momento tienen el globo, salgan al escenario.

Como yo no tenía uno, me giré y le pillé el suyo a mi querida novia que puso cara de “yo ahí no me meto” cuando paró la música. Sin más, salí al escenario, donde antes de subir me preguntan si soy periodista, si hablo inglés y bla bla bla. En la siguiente foto “robada”, me podéis ver el primero de la fila por la derecha…




David nos pide nuestra ayuda para realizar el número más difícil de todos; hacernos desaparecer. Nos suben a una especie de graderío que podéis ver, y nos dan una linterna a cada uno…. En la siguiente foto me podréis ver sentado en la fila de arriba a la izquierda del todo.




Y así uno a uno nos sientan a todos….

Nos cuenta David que van a tapar la estructura  con una gran sábana gris y que cuando él nos lo pida, encendamos las linternas.

A partir de ahora os cuento lo que vio el público, porque si os lo tengo que contar yo no me entero.




De repente están las 13 personas ahí sentadas (yo entre ellos) y el David que nos manda encender las linternas a la vista de la gente para ver si funcionan, y una vez comprobado nos piden de nuevo que las apaguemos…. El caso es que bajan una sábana fina por los 4 lados de la estructura de color gris, y está ahí unos 10-15 segundos, no lo sé exactamente, el caso es que David entretiene al público con sus chistes, su gran sentido del humor y de pronto pide a los 13 de dentro (mete la cabeza en la tela y todo) que enciendan las linternas. Así que de repente con la tela puesta se ven las 13 linternas moviéndose hacia todos los lados… Seguimos todos dentro (o eso parece)

Medio segundo después, Mr. Copperfield saca la cabeza y dice en alto: “Pues vais a desaparecer”, tira de la tela y esto es lo que se encuentra el público…..




Ni rastro de la gente, ni rastro de las linternas… y cuando el público está aun mirando fijamente para ver dónde demonios están los 13 dice… “Mirad ahí arriba”, y un foco apunta al “gallinero” del teatro para iluminar esto… (Yo soy el tercero por la izquierda con la mano levantada con la linterna)

Y claro, la gente no se lo puede ni creer!! Realmente, a los ojos del público acaba de hacer desaparecer a 13 personas, ya que medio segundo después de verlos supuestamente encendiendo las linternas, los hace desaparecer y otro medio segundo después los hace aparecer en la otra punta del teatro.




Una vez finalizado el número nos sacan del gallinero, nos llevan a una sala y aparece un chico muy majo que nos da las gracias por haber ayudado, nos ponen el video de lo que la gente ha visto y evidentemente nosotros no, y aun sabiendo el truco de magia, no nos enteramos ni vemos la menor de las pistas que puedan delatar al Gran Mago.

Segundos después, entra David Copperfield en persona, nos saluda y nos da la mano personalmente a todos nosotros y nos explica el número y las 3 variantes que hay. Nos pide que guardemos el secreto porque más de 200 personas viven de este show…. El hombre es simpático, agradable pero sobre todo, muy, muy, muy misterioso. Su mirada es para no mantenerla… de verdad que es todo un personaje.

Mira que he conocido muchos personajes en toda mi vida, gente de todo tipo, pero este hombre es con diferencia, uno de los que mas me han llamado la atención…. Es realmente alucinante….fue todo un privilegio disfrutar de su show.

Así que nos vuelve a dar las gracias, nos da una foto de él, nos la firma en persona y nos vuelve a agradecer la ayuda y recalca: “Por favor, no desveléis mi secreto”




Vosotros sabéis guardar un secreto??

Yo también…..

Si visitáis Las Vegas no dejéis de ir su show, es un verdadero espectáculo. 

El Show de David Copperfield "Seeing is believing" tiene lugar en uno de los Teatros del MGM Grand Hotel todos los días en sesiones de 19:00 y 21:30 y una especial los sábados a las 16:00. El coste del espectáculo ronda los 100USD y las entradas las podeis sacar en www.ticketmaster.com 

Un abrazo viajeros….


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