sábado, 21 de noviembre de 2015

Restaurante IK, LIMA. La excelencia de la cocina Peruana


Este año me ha dado por contar. Estoy contando ya no solo el número de vuelos que cojo al año sino los Kilómetros que llevo. También cuento las veces que visito cada país, enumero los hoteles donde me hospedo y las noches que paso fuera de casa; pero comer? Comer en restaurantes?
Obvio que por motivos laborales como mucho fuera de casa y cuando llego a casa, por motivos personales, también como bastante fuera de casa. Como no se si estamos hablando de 50 comidas al año o 300, me he propuesto contarlas y enumerar todos los restaurantes donde he comido.

Y por qué os cuento esto?

Porque ayer tuve una cena maravillosa en un país maravilloso, por lo menos, gastronómicamente hablando ya que por gajes del oficio, la verdad, no me da tiempo a hacer turismo.
Perú es un referente en el mundo gastronómico y siempre que tengo que ir a Lima, me alegra pensar que, aunque tenga 12h de vuelo y apenas tiempo para conocer nada, lo voy a compensar con unas buenas cenas, muchas de ellas por debajo de los 30€ persona.

De Perú me vuelve loco su bebida Nacional, el pisco, y más concretamente el “Pisco Sour”, una estupenda y refrescante bebida compuesta de varias cosas:
1.      Jugo de lima
2.      Jarabe de goma
3.      Pisco
4.      Clara de huevo
5.      Un “chin” de angostura
Puede parecer complicado, pero es una bebida, que tras los grandes consejos de mi buen amigo Valle, he conseguido dominar.


En Perú me he sentido cómodo hablando del Pisco Sour, del 3+1+1 o del 2+1+1, del muelle en la coctelera para crear una espuma densa y de otros cuantos consejos que el bueno de Valle me ha dado. La gente alucina, “y cómo sabe este Españolito tanto del Pisco Sour?” se preguntan…. Apúntate una my friend, que esta, es mérito tuyo….
Ayer precisamente salió de nuevo la lista de los 50 mejores restaurantes de Latino América, donde ya no es sorpresa que una gran mayoría en esa lista estén en este precioso país Andino.
Como “El Mercado” del conocido Rafael Osterling estaba cerrado (y su otro restaurante Rafael estaba completo), me dirigí con un compañero a probar otro llamado IK (siglas de Ivan Kisik) y de comida “Fusión Japonesa Peruana".


Abrir este restaurante era el sueño de Ivan Kisic, que lamentablemente murió antes de abrir el mismo, y su familia y compañeros, a modo de homenaje, decidieron seguir con el sueño de Ivan y hacerlo realidad. Mucho de la carta pertenece a Ivan, y Percy Alvaro, mano derecha de Ivan es ahora el que dirige los fogones de este santuario gastronómico.

 
MENUDO ACIERTO
Recuerdo pocas comidas tan perfectas, porque no falló nada; NI LA FACTURA, y eso es como dicen los Chilenos, harto difícil.
El local se encuentra en el corazón del barrio de Miraflores, y la verdad es que por fuera no llama mucho la atención.
Una vez nos pasan al interior y nos acomodan, comprobamos lo bonito, diferente y “relajante” que es la atmósfera en este bonito restaurante.

En la decoración destaca la “Caja de fruta” de madera reciclada que forma el comedor, parece una enorme caja de fruta en cuyo interior se encuentra el comedor. Otro elemento que destaca es la presencia de mucha vegetación, algo que unido a una música de sonidos de animales naturales y de notas, provocan un estado de paz y tranquilidad.
Las mesas, todas redondas, porque todos los seres somos iguales y estar todos en el mismo sitio nos iguala. Las luces, del techo directamente a la mesa  formando figuras tìpicas Peruanas, hasta que llega la comida que con un chiscar de dedos desaparece y se convierte en una simple luz. El centro de la mesa iluminado, el resto más oscuro.

Pequeñas piedras sobre las mesas donde se apoyan las “pinzas” con las que se come, nada de palillos Japoneses. Piedras que significan energía y que dotan a la mesa de algo a lo que llaman fuerza.
Enseguida llega el camarero con la carta, una carta no muy extensa, con unos 10 entrantes y otros tantos principales.
Me gusta que todo se pueda compartir, ya que esto nos permitirá probar varias cosas en una misma cena. También tienen un menú degustación que seguro, es una delicia, pero no había tanta gana de comer y tampoco de gastar.

Comenzamos con un aperitivo de la casa, llamativo, diferente y sobre todo muy bien presentado. Está claro que también comemos con los ojos.



De primero tomamos un tiradito de pescado blanco. El tiradito es la versión Peruana de pescado crudo acompañado por una salsa, cortado en finos filetes y presentados en un plato presentación hondo con algunas flores, vegetales, aceites emulsionados y un largo etc.


Ayer me dijeron que la diferencia entre el cebiche y el tiradito, es el corte, siendo el tiradito finas láminas de pescado, y el cebiche un corto más rudo, en forma de tacos. También me comentan que el tiradito nunca lleva cebolla.
Sea como fuere, se trata de un plato ligero, sabroso, fino, rico, elegante, armonioso y un regalo para aquellos que comen con la vista.
Después de un gran entrante optamos por compartir unas mollejas de cordero. DIOS MIO que mollejas. Hechas a la parrilla con ese ligero sabor a fuego, sobre una cama de puré de patata?? Verdura cortada en fideos y un aceite verde emulsionado con no recuerdo qué: BRUTAL. Estas si son, con diferencia, las mejores mollejas que haya probado jamás.

Y finalmente compartimos un principal, un pequeño filete de una carne exquisita de nombre wagyu, sobre una cama de puré de patata, espárragos, y unos cuantos ingredientes más que dan al plato un sabor y un color difíciles de igualar.

Para beber y para no invertir en vino, el cual por lo visto en Perú es más caro de lo deseado, seguí apostando por la bebida Nacional, el Pisco Sour, pero esta vez, una sorpresa, un pisco a dos temperaturas. Esto quiere decir, un vaso divido por una hoja de platanero, en un lado sorbete de pisco sour y en el otro espuma caliente de pisco. Para beberlo levantabas la hoja, y dejabas caer en la boca el líquido de ambos lados para provocar en la boca la fusión de los dos elementos. Suena muy bien verdad? En la práctica pierde bastante de la magia del nombre y de la explicación.

De postre otro Pisco Sour esta vez el tradicional, bueno y al punto; se puede pedir más? Si, siempre hay algo más, de nuevo y por cortesía de la casa un postre para acabar la cena de una manera dulce.

 
Que la comida del Perú me tiene loco? Es un hecho

Qué dominio de las mezclas, de los ingredientes, de los picantes, de los sabores y de los colores. Dejo Perú en estos momentos con la sensación de no haber hecho los deberes gastronómicamente hablando, pero con un poco de suerte como los he hecho profesionalmente, tendré que volver. Y esta vez probaré nuevos sitios pero dejaré una de mis cenas para repetir en el IK
Y le daré una oportunidad al menú degustación;
Alguien se apunta?
Un fuerte abrazo viajeros

No dejéis de seguirme en Twitter @viajerosecreto

 

1 comentario:

  1. Excelente review y ya sabes que envidia sana de no poder estar alli contigo disfrutándolo. A mi tambien me gusta mucho la cocina fusion y estos peruanos son unos maestros.

    ResponderEliminar