El 2013 ha sido otro buen
año gastronómico, si hablamos de visitas a restaurantes, ya sea por trabajo o
por placer.
Recuerdo con cariño (y
gracia) las palabras de mi jefe cuando entré a trabajar en esta empresa:
“Mister, en este trabajo vas a tener muy poco tiempo para turistear y conocer
mundo (se entiende por esta frase, el tener tiempo libre durante los viajes de
trabajo para conocer las ciudades a las que vamos), pero si algo vas a conocer son buenos restaurantes en
muchos lugares del mundo”.
Puede parecer imposible,
pero recuerdo el lugar de las ciento y pico comidas/cenas fuera de casa del
pasado año, obviamente se me han olvidado los nombres de algunos de ellos, pero
solo de parte de los que no merecen la pena.
Por otro lado, se que es
injusto dejar a muchos de ellos fuera, porque cada restaurante ha tenido su
momento. No siempre es la comida o el ambiente lo que define para mi un buen o
mal restaurante, sino que son las circunstancias, el lugar, la compañía, lo que
hacen que escoja unos sobre otros.
Recuerdo una cena en
Septiembre, La Habana, Casco Antiguo, “Paladar La Guarida”. La calidad de la cena no fué lo que esperaba y obviamente el factor sorpresa para mi ya no existía, ya escribí un post sobre este
restaurante hace muchísimo tiempo (mi primera visita data del año 2003 approx) pero fue
una de las mejores cenas de negocios que recuerdo de mi vida. Unos clientes
jóvenes, majetes, entregados a la causa, unas cervezas heladas y unos mojitos
bien ricos. QUE CENA. Fué divertida, amena, salpicada de mil historias y de un millón de risas. Es el día de hoy, que cuando recordamos esa cena, lloramos de la risa que pasamos....
Es difícil discernir entre
donde lo pasé bien y donde merece la pena cenar, ya que… que yo lo pase bien a
vosotros no os sirve de nada, sin embargo que yo cene bien puede serviros como
guía o como tip para vuestro viaje.
Me he puesto a escribir 5
líneas de cada restaurante, ya que el objetivo de este post no es describir
detalladamente las bondades de cada restaurante sino sencillamente enumerarlas,
y me ha pasado que solo del primero, THE GRILLHOUSE en Johannesburgo, ya he
escrito más de un folio.
Es por ello que he
decidido escribir un post de aquellos sitios donde tengo tanto que decir, y en
este post me dedicaré a nombrar y detallar, brevemente, lo que me he encontrado
y lo que más me ha fascinado de cada uno de ellos.
No están escritos por orden de prioridad, por lo que mi recomendación es igual para el Número 1 que pare el número 10.
Mis 10 perlas del 2013 en
cuanto a restaurantes son:No están escritos por orden de prioridad, por lo que mi recomendación es igual para el Número 1 que pare el número 10.
1. The GrillHouse - Johannesburgo - Sudáfrica
2. Paranga - Camps Bay - Ciudad del Cabo - Sudáfrica
3. The RoofTop - Mamilla Hotel - Jerusalem - Israel
4. Paladar de Santy - Jaimanitas Beach - La Habana - Cuba
5. Restaurante Perroquet - Country Club Hotel - Lima - Perú
6. Martin Wishart - Edimburgo - Escocia
7. La Kasbah des Sables - Ouarzazate - Marruecos
8. Villa Beach Restaurant - Jumeirah Beach Hotel - The Palm - Dubai - Emiratos Arabes Unidos
9. Casa Irene - Artíes - Val D´Aran - España
10. Rackams - Georget Town - Grand Cayman - Islas Cayman
1. THE GRILLHOUSE – JOHANNESBURGO – SUDAFRICA
Uno de los mejores
restaurantes de Johannesburgo y parada obligada cada vez que duermo en esta
“difícil” ciudad Sudafricana.
Se encuentra dentro del
complejo del Hotel Grand Hyatt, en el barrio de Rosebank. La decoración es preciosa, con maderas
oscuras, paredes de ladrillo, mesas grandes, elegantes y bien decoradas y un
servicio sencillamente superior.
Este restaurante tiene otro local en Sandton, pero yo prefiero la decoración y localización de este branch de Rosebank.
Si a esto le añadimos uno
de los mejores cortes de carne que haya comido, tenemos enfrente una
recomendación de 10.
Para empezar no pueden
faltar las salchichas alemanas (fruto de la ocupación Alemana en el pasado) con
una fina salsa de tomate especiada, los calamares fritos y el carpaccio de
Springbok por poner tres ejemplos.
De plato principal sin
duda alguna, el corte de solomillo con hueso, macerado en una salsa de pimienta
negra y mostaza, sencillamente imbatible. Si encima lo regamos con un Pinotage
Sudafricano podemos morirnos tranquilos.
Y otro tip. En el mismo restaurante se encuentra un club de jazz llamado KATZIES, donde por las noches (especialmente de jueves a domingo) se monta una buena fiesta en un ambiente desenfadado pero elegante. No creo que nada en Johannesburgo pueda batir esta combinación.
2.
PARANGA
– CAMPS BAY - CIUDAD DEL CABO
Otra de mis paradas obligadas cuando voy a Ciudad del Cabo, ya sea invierno o verano, es el restaurante Paranga. Obviamente me gusta más en su verano (nuestro invierno) aunque he disfrutado de este lugar, de su terraza y de las vistas en todas las épocas del año.
Paranga se encuentra en
el precioso vecindario y zona de playa de Camps Bay, a 10 minutos al sur del
centro de Ciudad del Cabo. Camps Bay es una PRECIOSA comunidad a los piés de
los increíbles 12 Apóstoles y pegado al mar. POCOS, MUY POCOS paisajes he visto
en mi vida, tan bonitos y tan naturales como este.
Para comer recomiendo uno
de sus pescados (destacando el Baby King Lip), preparan muy bien también el
sushi y el sashimi así como los calamares a la plancha y seguramente, un largo
etc.
Se trata de una preciosa terraza tipo Chill Out que nos recuerda a los lugares más emblemáticos de Ibiza por poner un ejemplo. Sentados en la terraza de Paranga, con una cerveza helada en la mano, cerrar los ojos y es pensar que uno está en el cielo (o muy cerca). Y si abrimos los ojos y contemplamos la impresionante naturaleza que nos rodea, el sentimiento seguirá siendo el mismo.
3.
THE ROOF TOP –
MAMILLA HOTEL – JERUSALEM – ISRAEL
No es el mejor restaurante
del mundo, no es la mejor comida del mundo, pero la magia de Jerusalém, las
increíbles vistas de la Ciudad Antigua, el concepto de RoofTop (cena en la
azotea/tejado de un edificio), una comida decente, bien presentada (y bien
cobrada, pero eso pasa en todo Israel) hacen de esta cena, un cena especial,
sobre todo cuando te sientas en una mesa en el borde del tejado y mirando hacia
la Antigua Jerusalem; MAGIA PURA
El restaurante se
encuentra dentro de uno de los mejores hoteles de Jerusalem, si no el mejor, el
MAMILLA HOTEL. Tengo muchas ganas de volver, hacer un recorrido por las grutas que existen por debajo de la Ciudad Antigua, hospedarme en el Mamilla Hotel, disfrutar de su increíble SPA y volver a cenar en esta terraza.
Justo debajo del hotel nos encontramos con Mamilla Avenue, una preciosa calle peatonal donde comprar lo último en ropa y accesorios, incluidos Mango, Abercrombie, Louis Vuitton y un largo etc. es decir, compras para todos los gustos y también bolsillos.
Cambiamos de continente y nos vamos al Caribe y más concretamente a las afueras de La Habana, una zona conocida como Playa Jaimanitas.
En el Santys, hemos comido
de escándalo. Todos y cada uno de los platos mejoraban al anterior. Pero hemos comida de lujo no si nos comparamos con otros lugares de Cuba, sino que hemos comido de lujo nos comparemos con lo que nos comparemos.
El conocimiento de algún
local te ayuda a llegar a sitios como este. Escondido en una zona a la que nunca llegarías, en una dársena y
después de golpear en una puerta que parece abandonada, se abre un pequeño
restaurante de 5 mesas contadas. Llegamos aquí gracias a un buen amigo, Chaly, ya más Cubano que Español y que se conoce como la palma de la mano todos los secretos que La Habana esconde.
Sushi, sashimi, peto, calamares a la plancha, almejas y todo aquello que el mar de Cuba pueda aportar, se sirven frescos, sencillos y sabrosísimos en este increíble paladar Cubano.
Cierro los ojos y recuerdo
este momento. 26 grados, un Cuba Libre en la mano, un Cubano cantando y el
pescado más rico, fresco y mejor preparado que yo haya probado en esta Isla.
Se puede pedir más?
Si; VOLVER.
Dejamos a un lado Cuba para saltar a otro país en el que siempre se comió bien, pero donde ahora se come aun mejor; PERU.
En Lima hay decenas de
buenos restaurantes y de opciones. Se me ocurren como no, el Astrid y Gaston, La
Mar, Pescados Capitales, Cala y un largo etc, pero esta vez hemos tenido una
reunión en el espléndido Country Club Hotel, y hemos decidido sentarnos a comer
en la terraza de su restaurante, Perroquet.
Precioso hotel, elegante, lindas
vistas, terraza perfecta para comer, increíble servicio, estupendos productos, cocina de concurso. Me
encantan las mezclas y los ingredientes Peruanos, como los combinan, con qué
sabiduría y despliegue de sabores y colores, sencillamente brutal.
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